Why are my succulents losing their leaves?

¿Por qué mis suculentas están perdiendo sus hojas?

¡Hola, amantes de las plantas! Si alguna vez han mirado fijamente una suculenta querida y han encontrado un montón de hojas caídas en el fondo de la maceta, no se preocupen; no están solos. La caída de hojas puede ser una verdadera preocupación, ¡pero no se asusten! Las suculentas son resistentes, y abordar la raíz del problema es el primer paso para ayudar a su "pequeña amiga verde" a recuperarse. Aquí les presentamos un análisis detallado de las causas comunes de la caída de hojas y las soluciones correspondientes.

Riego excesivo: el asesino invisible

Una de las causas más comunes de la caída de hojas en las suculentas es el riego excesivo. A diferencia de muchas otras plantas de interior, las suculentas están adaptadas a sobrevivir en ambientes áridos, donde almacenan agua a través de sus gruesas hojas y tallos. Cuando las suculentas se riegan con demasiada frecuencia o se dejan en tierra encharcada durante períodos prolongados, sus raíces comienzan a pudrirse, lo que a su vez provoca la caída de las hojas.

¿Cómo saberlo?

Las hojas que se amarillean, se vuelven flácidas y se caen con facilidad son signos típicos de exceso de riego. Si observa alguno de estos síntomas, retire con cuidado la planta de la maceta e inspeccione las raíces. Un sistema radicular sano debe ser fuerte y blanco; si las raíces son marrones, viscosas o desprenden un olor desagradable, es probable que se haya podrido la raíz.

Cómo solucionarlo.

Primero, deje de regar inmediatamente y deje que la tierra se seque por completo. En el caso de plantas con podredumbre radicular grave, puede que tenga que cortar las raíces dañadas, dejar secar las partes sanas restantes durante uno o dos días y esperar a que las heridas cicatricen antes de trasplantarlas a tierra nueva y bien drenada. Si riega en el futuro, asegúrese de esperar a que la tierra esté seca antes de volver a regar. Una forma fácil de comprobarlo es introducir el dedo entre 2,5 y 5 cm en la tierra. Si la tierra aún está húmeda, no la riegue.

Riego insuficiente: plantas sedientas

Por otro lado, la falta de riego también puede provocar la pérdida de hojas en las suculentas. Cuando una suculenta no recibe suficiente agua, pierde sus hojas viejas para conservar el agua para el resto de la planta.

¿Cómo saberlo?

Las hojas secas, arrugadas, quebradizas y que empiezan a caerse son señal de deshidratación. Toda la planta también lucirá más opaca y seca de lo habitual.

Cómo solucionarlo.

Remoja bien tus suculentas. Coloca la maceta en una bandeja llena de agua y deja que la tierra absorba el agua del fondo. Remójala durante unos 15 a 20 minutos y escurre el exceso de agua después. En el futuro, desarrolla un programa de riego regular adaptado a tu especie de suculenta y a las condiciones ambientales específicas de tu hogar. Algunas suculentas pueden requerir riego cada dos semanas, mientras que otras pueden regarse a intervalos más largos.

Problemas de iluminación: demasiada o muy poca

Las suculentas necesitan abundante luz solar para prosperar, pero la luz excesiva o insuficiente puede causar problemas.

Demasiada luz

Si sus suculentas se exponen a la luz solar directa e intensa durante largos periodos, especialmente en verano, pueden sufrir quemaduras solares. Las hojas quemadas desarrollarán manchas marrones o negras y eventualmente se caerán.

Luz insuficiente

La luz insuficiente puede provocar un crecimiento inútil de la planta, es decir, que intente crecer hacia arriba en un esfuerzo desesperado por obtener más luz. En este proceso, las hojas inferiores amarillean y se caen, ya que la planta centra su energía en crecer más alto.

Cómo solucionarlo.

Si su suculenta recibe demasiada luz, trasládela a un lugar con luz difusa, como cerca de una ventana con cortinas finas o un patio con sombra. Si no hay suficiente luz, auméntela gradualmente. Inicialmente, colóquela en un área con luz indirecta durante unas horas al día y luego aumente gradualmente las horas de luz durante una o dos semanas.

temperaturas extremas

Las suculentas son sensibles a las temperaturas extremas. Los vientos fríos, las heladas o el calor excesivo pueden estresarlas, lo que a su vez puede provocar la caída de las hojas.

¿Cómo saberlo?

En temperaturas frías, las hojas pueden oscurecerse, ablandarse o volverse transparentes. En ambientes cálidos, la planta puede mostrar signos de marchitamiento, con hojas que se secan y caen más rápidamente.

Cómo solucionarlo.

Durante los meses de invierno, mantén tus suculentas alejadas de rejillas de ventilación, puertas y ventanas para evitar la exposición directa al aire frío. Si en tu zona hace frío, traslada las suculentas de exterior al interior o mantenlas calientes. Durante los meses de verano, asegúrate de que tus suculentas no estén cerca de fuentes de calor, como radiadores, ni en espacios cerrados y demasiado cargados. Busca un lugar con temperaturas moderadas, idealmente entre 15 y 27 °C.

Plagas y enfermedades

Plagas como pulgones, cochinillas y arañas rojas pueden atacar a las suculentas, succionando la savia de las hojas, debilitándolas y provocándoles la caída. Las enfermedades causadas por hongos y bacterias también suelen atacar a las suculentas en ambientes húmedos o mal ventilados.

¿Cómo saberlo?

Esté atento a pequeños insectos, telarañas o residuos pegajosos en las hojas. Las manchas decoloradas, el moho o un olor desagradable en las hojas pueden indicar una infección fúngica o bacteriana.

Cómo solucionarlo.

Si se trata de una plaga, limpie las hojas con un hisopo de algodón humedecido en alcohol o use un insecticida en aerosol. En caso de infecciones fúngicas o bacterianas, corte las partes infectadas inmediatamente y mejore la ventilación alrededor de la planta. También podría ser necesario tratar la planta con un fungicida o bacteriostático según las instrucciones del producto.

Envejecimiento natural

A veces, la caída de hojas es parte normal del ciclo de vida de una suculenta. A medida que la planta crece y las hojas nuevas siguen creciendo en la parte superior, las hojas más viejas de la parte inferior se amarillean gradualmente y se caen. No hay de qué preocuparse; retire con cuidado las hojas caídas para mantener la planta limpia.

Recuerda que cada suculenta es única, y encontrar el mejor cuidado puede requerir algo de prueba y error. Presta mucha atención a las necesidades de la planta y aborda los problemas conforme surjan, y tendrás una suculenta sana, próspera y llena de vida. Si tienes otros consejos o experiencias con suculentas que pierden hojas, ¡compártelos en la sección de comentarios! ¡Ayudemos a estas "bebés verdes" a crecer sanas y florecer de maravilla!

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