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Cotiledón Orbiculata Hakubi
Desde $14.99
Precio unitario porCotiledón Orbiculata Hakubi
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Precio unitario porCotyledon Orbiculata Hakubi, elogiado por su forma de hoja única y sus colores llamativos, se asemeja a una obra maestra artística natural, cautivando a los entusiastas de las suculentas de todo el mundo.
Características de la planta Cotyledon Orbiculata Hakubi
Hojas: Hojas suculentas, gruesas y ovaladas, con bordes irregulares dentados, similares a las orejas de un conejo, de ahí su nombre. La superficie está cubierta de una densa y suave pelusa. El color base es verde grisáceo, salpicado de una variegación irregular de color blanco amarillento. Con suficiente luz solar, los bordes de las hojas se tornan de color marrón rojizo y la variegación se intensifica; con poca luz, los colores se desvanecen, la variegación se atenúa y la pelusa se vuelve escasa.
Forma de crecimiento: Arbustivo con un tallo erguido que se lignifica con el tiempo, adquiriendo una apariencia rústica de tallo antiguo. Alcanza una altura de 20-30 cm, se ramifica con facilidad y se agrupa con facilidad, creando una forma densa y tupida.
Flores: Florece desde finales de invierno hasta principios de primavera, con tallos delgados y racimos terminales. Las flores, acampanadas, son de color rojo anaranjado, con pétalos curvados hacia afuera y estambres prominentes, que parecen pequeños faroles y contrastan bellamente con el follaje.
Hábitos de crecimiento de Cotyledon Orbiculata Hakubi
La Futu Ear Variegata prospera en ambientes cálidos, secos, soleados y bien ventilados. Tolera la sequía, pero no el frío ni el encharcamiento. Use un sustrato bien drenado con un 50-60 % de gravilla (p. ej., arena gruesa, vermiculita y turba). Temperatura ideal de crecimiento: 15-28 °C. Por encima de 30 °C, entra en semidormancia; reduzca el riego y proporcione sombra. Por debajo de 5 °C, sufre daños por heladas; hiberne en interiores con tierra seca. La luz abundante mantiene su forma compacta y sus colores vibrantes, pero evite el sol directo en verano. El exceso de riego o un drenaje deficiente provocan la pudrición de las raíces.